Clorindo Testa

Clorindo Testa
Fundación Clorindo Testa - Biografia 02

Clorindo en sus propias palabras

Cronología de distinciones

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Clorindo con un juego de ajedrez de su creación (c. 1960).
Clorindo, Federico Manuel Peralta Ramos y Antonio Berni, frente a la obra «Tumba de Tut Ank Amon», obra de FMPR (1976).
Clorindo y Jorge Glusberg.

Clorindo Manuel José Testa, hijo de Giovanni Andrea Testa, médico italiano radicado en Argentina, y de Esther Manuela García, argentina, nace por deseo paterno en Nápoles, Italia, el 10 de diciembre de 1923. Pocos meses después llega con su familia a nuestro país.

Crece en Recoleta, Buenos Aires. Cursa sus estudios primarios en la Escuela Montessori y en el Colegio Italiano. Finaliza el secundario en el Colegio Marista Champagnat.

Tras un paso breve e infructuoso por Ingeniería Naval e Ingeniería Civil, encuentra su pasión en la carrera de Arquitectura, egresando en 1947 de la Universidad de Buenos Aires. Al año siguiente gana una beca de la universidad para realizar un viaje de estudios de tres meses por Europa, que se convierte en una estadía de dos años.

Clorindo recibiendo su diploma universitario.

Ya de regreso, se incorpora a la Oficina del Plan Regulador de Buenos Aires, órgano municipal inspirado en las ideas de Le Corbusier, único arquitecto al que Testa reconoce como figura influyente en su pensar arquitectónico.

En 1951 pasa a formar parte de la Dirección de Urbanismo de la Municipalidad de Buenos Aires; ese mismo año, junto a Boris Dabinovic, Augusto Gaido y Francisco Rossi, gana el concurso para edificar la sede de la Cámara Argentina de la Construcción, su primera obra construida.

Clorindo y Frans van Riel, su primer galerista. Se conocieron en Madrid durante la estadía de Testa en Europa; van Riel lo invitó a exponer en su galería a su vuelta a Buenos Aires.

El año 1952 es pivotal para su carrera, puesto que realiza su primera exposición individual en la Galería van Riel, dando así comienzo a su doble actividad profesional: el arte y la arquitectura.

Se casa con Teresa Bortagaray en 1962 y pasan su luna de miel en la India y también Europa, destino regular de Clorindo, quien va cada dos o tres años a ver parientes y amigos. En 1969 nace su hija Joaquina.

Clorindo y Teresa el día de su casamiento por civil.

A lo largo de su trayectoria, diseña edificios públicos y privados, incorporando las características distintivas de su arquitectura: el uso del hormigón, los colores primarios y las formas puras.

Entre sus construcciones más destacadas se encuentran el Banco de Londres y América del Sud (hoy Banco Hipotecario) y la Biblioteca Nacional, ambas consideradas como obras paradigmáticas de la arquitectura brutalista de la región.

En las décadas subsiguientes, realiza proyectos como el Hospital Naval Central, en cuyo diseño queda plasmada su pasión por los barcos, y otros edificios emblemáticos del paisaje urbano de la ciudad de Buenos Aires, como el Paseo del Pilar (hoy Buenos Aires Design), el auditorio del centro budista Soka Gakkai o el Museo del Libro.

Una parte de su actividad se destinó a la construcción de viviendas particulares, ubicadas tanto dentro como fuera de los límites de la capital, manteniendo un estilo muy propio e identificable.

Clorindo, Jacques Martínez y Enio Iommi, en la inauguración de la exposición conjunta «La fuerza del destino» en la galería Jacques Martínez (1985).

Su obra plástica resulta indisociable de su obra arquitectónica: toda su producción está atravesada por reflexiones alrededor de temas como el de las grandes ciudades y las condiciones de vida en espacios urbanos. En 1957 se integra al Grupo de los Siete Pintores Abstractos, más tarde vinculados a la Revista Boa, y desde 1958 actúa junto al Grupo de los Cinco.

En 1975 pasa a formar parte de manera orgánica del Grupo de los 13 en el CAyC (Centro de Arte y Comunicación), con quienes expone regularmente hasta 1994. Desde entonces, exhibe de manera asidua en galerías y museos del país, tanto de manera individual como en exposiciones colectivas, y en bienales nacionales e internacionales. Entre sus series más notables se encuentran: Composiciones en Blanco y Negro, La Peste en Ceppaloni, Mediciones, Gritos, Manzanas de Buenos Aires y Cuadrículas.

Clorindo y Miguel Ocampo.

En la actualidad, su obra forma parte de numerosas colecciones públicas y privadas como:

Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat, Buenos Aires.
Colección Cancillería Argentina, Buenos Aires.
Colección Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), Buenos Aires.
Fondo Nacional de las Artes, Buenos Aires.
Museo de Arte Moderno (MAMBA), Buenos Aires.
Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), Buenos Aires.
Museum of Modern Art (MoMA), Nueva York, Estados Unidos.

Fallece en Buenos Aires el 11 de abril de 2013.

“Las razones fueron de mi padre. Graduado en medicina en Nápoles en 1908, vino a Baires en 1911, volvió a Italia en 1916 y retornó a B.A. en 1919. Se casó.

6 meses antes de mi nacimiento volvieron a Italia porque querían que yo naciera ahí. Luego, 4 meses después de haber nacido volvimos todos a Baires. Yo no podía decidir nada aún.

Siempre estudié en B.A. Me gradué hacia finales de 1947.

En el ‘48 trabajé en la Oficina del Plan Regulador de Baires, donde Ernesto Rogers, que estaba en Tucumán enseñando en la facultad, era consultor. Con él hablaba bastante en italiano. A fines del ‘48 la Facultad de Arquitectura organizó un viaje a Italia para 10 graduados en 1949, entre los que estaba yo. Luego de que se terminara el viaje de estos 3 meses en Italia (enero, febrero, marzo), me quedé allí 2 años más – hasta mediados de 1951.

Sé cuál fue, a mediados de 1950, el momento en el que decidí volver a Argentina. Me encontré en la Bienal de Venecia con Ernesto Rogers, que había ido a ver la muestra. Mientras hablábamos, en un cierto momento me dijo que si iba a Milán no dejara de ir a verlo al estudio porque ‘siempre habrá algo para que hagas’.

3 meses después fui a Milán con algunos que estaban en la Academia Española de Roma. Nos
quedamos ahí 3 días. Algunos años después recordé eso que me había dicho Rogers.

Apenas vuelto a B. Aires en 1951 me encontré con unos compañeros de la facultad, y nos presentamos a un concurso que ganamos.

En 1952 hice la primera muestra de pintura.

Un psicoanalista habría seguramente dicho que yo me había olvidado de eso que me había dicho Rogers por miedo a quedarme a trabajar en Italia.”

Extracto de un texto autobiográfico de Clorindo Testa

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